Ben Francis es uno de los emprendedores más celebrados en el Reino Unido. Su marca logró conquistar los corazones y bolsillos de millones de clientes en todo el mundo. Su marca hoy en día es sinónimo de fitness y bodybuilding.
La historia de Gymshark es el sueño de todo emprendedor.
Todo empezó en el 2012, Ben tenía 19 años y trabajaba repartiendo pizzas en Pizza Hut. En las noches, después de ir a la universidad y terminar su turno en Pizza Hut, se dedicaba a coser y fabricar sus propias piezas de ropa deportiva, que vendía por internet y enviaba por todo el mundo.
La idea nació de la falta de una buena marca de ropa deportiva para bodybuilders y amantes del fitness. Entre toda la oferta de marcas existente, Ben nunca encontró algo que cumpliera con todas sus necesidades, entonces, sin pensarlo decidió comenzar a fabricar su propia ropa.
Ante sus creaciones, muchos amigos y compañeros de gimnasio comenzaron a pedir más piezas com las que lucía Ben. Había nacido un futuro Unicornio.
Su estrategia en los primeros días era completamente novedosa, Ben le enviaba ropa a personajes con un alto seguimiento en redes sociales como Instagram, pidiendo a cambio que estas personas lucieran su ropa en sus fotos.
Hoy puede parecer una estrategia más de marketing de influencers, pero se puede decir que Gymshark fue pionero de esta tendencia a nivel mundial, y fue uno de los pilares en su crecimiento de 200% anual por más de 5 años.
Mucho más que un gigante de ecommerce, Gymshark se convirtió en la comunidad de amantes del fitness más grande del mundo. Sus clientes son como seguidores de un culto, luciendo con orgullo los productos de la marca en todas sus redes sociales.
Después de sus inicios virales y crecimiento explosivo, Gymshark se enfrentó a uno de los enemigos mortales de los emprendedores: la maduración de la empresa.
Con una organización de decenas de empleados, para un Ben de 24 años, el principal reto fue detectar sus fortalezas y sus debilidades. Pero más allá de detectarlas su éxito se puede rastrear a las decisiones que tomó una vez identificadas sus debilidades.
Decidió entregar el control de la compañía, su cargo como CEO a un veterano de la industria, con mucha más experiencia que él en dirigir negocios como Gymshark.
Como él mismo lo menciona en su reciente video sobre el negocio que valoró su empresa en 1.3 mil millones de dólares, la decisión de entregar su cargo de CEO en retrospectiva parecía algo obvio, pero en ese momento no fue nada fácil.
Ben continuó trabajando en Gymshark, en otros roles donde podía aportar más desde su creatividad y su talento en marketing (actualmente es CMO).
En 2019 Gymshark vendió 340 millones de dólares, una cifra increible, más aún considerando que Gymshark lleva varios años liderando el ranking de empresas con mayor crecimiento en Reino Unido.
Todo este crecimiento fue orgánico, Gymshark no había recibido inversión al momento, pero había tenido en mente recibir una capitalización para potenciar su crecimiento desde hace un buen tiempo.
Este mes de agosto, como Ben anunció en un video de Youtube, Gymshark cerró una inversión con General Atlantic por cerca de 300 millones de dólares por el 21% de la empresa, lo cual significa una valoración de más de mil millones de dolares para Gymshark.
El video, muy conmovedor, especialmente para mí (que he sido un fiel seguidor de Ben en redes desde el 2016 cuando tuve la fortuna de vivir en Londres y conocer sobre la marca), cuenta la historia y la evolución de Gymshark, desde los ojos de su fundador.
Recomiendo seguir la historia de Ben y Gymshark a cualquier emprendedor!